En una sala debe existir un diálogo constante entre las formas y el campo sonoro para que la experiencia visual y la auditiva vayan de la mano.
Como en el caso de los estudios estas “han de funcionar” como se espera pero ya no solo desde el punto de vista práctico de oír el sonido con el suficiente nivel y entender lo que se está diciendo, si no también del mas subjetivo de su calidad. Son recintos cuya función es la transmisión de la palabra o de la música que se produce en la propia sala desde un emisor a un gran número de receptores situados en esta misma.
Alguno de estos recintos son:
Dependiendo de la “exigencia” del recinto y por tanto de la actividad principal para el que está destinado el espacio puede existir físicamente o no, pero en cualquier caso el punto de partida debería ser contar con un aislamiento suficiente que asegure que ningún ruido externo perturbe el sonido producido en su interior y por supuesto que no suceda en sentido contrario. Interiormente también ese concepto va a ser fundamental a la hora seleccionar el implementar las soluciones mas adecuadas, de manera que podemos diferenciar dos tipos de salas
Existen aquellas cuyo uso principal es la transmisión de la palabra, como una sala de actos o un teatro y que fundamentalmente va a requerir una alta inteligibilidad y por ello se buscará un tiempo de reverberación de acorde con el volumen y adecuado para la obtención de un buen Índice de Transmisión de la Voz (STI, «Speech Transmission Index).
Otras sin embargo precisan de un estudio acústico mucho mas complejo ya que en este tipo de salas la “calidad acústica” se va a definir con conceptos tan subjetivos como la intimidad, la viveza, el calor, el envolvimiento, la textura, o el color, que deben convivir con otros mas mesurables como el nivel percibido por el ocupante, la claridad, la definición, el rango dinámico o la inteligibilidad. Estamos hablando de las Salas de conciertos y Óperas.
En este último tipo de recinto es muy habitual que las personas que se encuentran en él estén realizando una actividad de ocio que significa cierta excepcionalidad. Por esto no todos los recintos aun siendo similares espacialmente deben transmitir la misma sensación al entrar en ellos. Hay salas en las que se deben sentir confortabilidad y clasicismo o innovación y ruptura o modernidad y tecnología o grandiosidad y exclusividad. Son muchas las sensaciones y muchas las soluciones que existen a la hora de encontrar la que se ajuste a las condiciones espaciales y de identidad estética que se busca.