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Se tratan de las producidas después del encuentro con las paredes: frontal, trasera y laterales.

Como en el caso ya visto de las interferencias por superficies horizontales vamos a estudiar los distintos comportamientos no tanto en función de la frecuencia si no por el origen de la distorsión. En este caso nos centraremos en las que se producen como resultado de un filtro peine, ya las que se producen por la existencia de modos propios tienen infinitas variables.

A diferencia del caso anterior no existen unas distancias “habituales” a las paredes laterales ya que las topologías son variadas y no se verán los efectos producidos por ellas. Si existe una norma o recomendación que es conveniente que se cumpla que implica a las pared frontal y trasera:
•La distancia entre monitores es la misma que entre cada monitor y el punto de escucha.

El croquis de la planta sería:
 

F i l t r o   p e i n e.-

Se ven algunas de las situaciones de “la respuesta del altavoz teniendo en cuenta la interferencia de los límites”, que los anglosajones llaman SBIR («Speaker Boundary Interference Response») o LBIR («Listener-Boundary Interference Response»).

Como en el caso anterior en el documento que se citaba en la introducción se detalla cómo se crean los filtros peine («comb filter») y su efecto en la señal original.

 Se verán las reflexiones que se pueden producir en la pared frontal y trasera, entre el monitor y la escucha.

Pared frontal.

Vamos a particularizar para un monitor con un fondo de 40 cm y la distancia entre monitor y la pared frontal entre 50 cms a 100 cms en pasos de 10 cms.
Las tablas siguientes muestran los máximos y mínimos en determinadas frecuencias en función de la distancia entre monitor y la pared frontal (c) y entre aquel y el punto de escucha (b).

Conclusiones pared frontal

De las tablas se deduce que cuanto más alejamos el monitor de la pared frontal (“c” es mayor) los mínimos se mueven hacia bajas frecuencias y además que la distancia entre el monitor y el punto de escucha (“b”) no modifica apreciablemente esas frecuencias.

Del punto anterior se puede concluir que cuanto más se acerquen los monitores a la pared frontal los mínimos se moverán hacia alta frecuencia y por tanto pueden ser tratados con materiales de poro abierto o difusores.

Lo anterior parece entrar en contradicción con lo que siempre se ha dicho o creído de la distancia mínima de los monitores a la pared, pero no es así (salvo que el puerto de salida del «bass reflex» esté en la pared trasera del monitor). De hecho fabricantes como “Genelec” disponen de controles en algunos de sus modelos para “minimizar” el efecto de la pared frontal (trasera («rear») desde el punto de vista del monitor).

¿Pero, entonces la mejor posición de unos monitores es que están pegados a la pared?. Pues depende. Se pueden resumir a tres las opciones óptima de la colocación de los monitores.

– Empotrados en la pared frontal («flush-monted»).
De esta manera la pared frontal es como si no existiera y no existirá el efecto límite debido a esa pared.

– Si están sobre unos soportes («stands») y de manera general, pegados a la pared.

Ahora bien si se realiza un estudio acústico se puede encontrar una posición donde los modos propios y el efecto de la pared frontal no sea tan negativa.

– Si están sobre unos soportes y la sala es profunda, a una distancia de unos 3 mts.

Con ese valor nos aseguramos que el primer mínimo se sitúe por debajo del rango de reproducción de los monitores. 

Pared trasera

Particularizamos para distancias entre el monitor y la pared trasera (d) entre 100 cms y 300 cms con pasos de 50 cms.

Conclusiones pared trasera

Cuanto más alejamos el monitor de la pared trasera más se mueven hacia baja frecuencia los mínimos y también que, como en el caso de la pared frontal, la distancia entre el monitor y el punto de escucha (“b”) no modifica apreciablemente esas frecuencias.
De manera que cuanto más se alejen los monitores de la pared trasera los mínimos se moverán hacia las bajas frecuencias y por tanto salen del rango de reproducción de los monitores.
Pero como disponer de una sala con una profundidad no suele ser lo habitual puede pasar que justamente esos mínimos se sitúen en la parte fundamental de la baja frecuencia y por tanto hay que estudiar el efecto de la distancia a la pared trasera. 

Conclusiones comunes

En alguna literatura técnica se calcula la frecuencia del primer mínimo mediante la fórmula:

Esta fórmula es correcta solo cuando nos situamos en frente del monitor, pero en la realidad siempre existirá un ángulo entre el punto de escucha y los monitores, ya que debemos situarnos a la misma distancia entre ambos monitores.

El valor obtenido por esta fórmula es “práctico” para conocer la frecuencia del primer mínimo, aunque el real es de algunos Hercios menos (depende de la distancia a la pared frontal o trasera y la distancia entre monitores).

Los siguientes mínimos aparecerán a 1/4 , 3/4, 5/4… de L de la distancia a la pared frontal o trasera, es decir bastaría con multiplicar por 3, 5, 7… el valor del primer mínimo.

Nos centramos en los mínimos por que pueden causar caídas del nivel de hasta – 30 dB mientras que en los máximos la ganancia puede ser de +6 dB.

Finalmente volver a insistir en que tratar de solucionar este problema mediante ecualización no es posible ya que al subir el nivel en el mínimo también se hará en el de la señal reflejada.

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    1 comment

    1. 4 de octubre de 2022 at 08:49
      David

      Excelente . Gran maestro .

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